La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha anunciado la adjudicación de un importante contrato a Boeing para el diseño, construcción y entrega de su nuevo avión de combate de próxima generación.
Esta aeronave, parte del programa de Plataforma de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD, por sus siglas en inglés), promete establecer un nuevo estándar en alcance, capacidad de supervivencia, letalidad y adaptabilidad en el campo de batalla.
El programa NGAD es el nodo central de la Familia de Sistemas NGAD, una iniciativa destinada a mantener la superioridad aérea de Estados Unidos ante los crecientes desafíos globales. El caza de sexta generación, identificado como F-47, no solo reemplazará al legendario F-22 Raptor, sino que también operará junto a drones autónomos, conocidos como «leales compañeros de ala», para ampliar las capacidades de combate y reducir el riesgo para los pilotos.
«Reconocemos la importancia de diseñar, construir y entregar un caza de sexta generación para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. En preparación para esta misión, realizamos la inversión más significativa en la historia de nuestro negocio de defensa, y estamos listos para proporcionar las aeronaves NGAD más avanzadas e innovadoras necesarias para apoyar la misión», declaró Steve Parker, presidente interino y director ejecutivo de Boeing Defense, Space & Security.
El contrato, valorado en más de 20 mil millones de dólares, representa un hito significativo para Boeing y reafirma su posición como uno de los principales desarrolladores de aviones de combate del mundo. Con una historia que abarca casi un siglo, la empresa ha fabricado algunas de las aeronaves más icónicas, como el P-51 Mustang, el F-4 Phantom, el F-15 Eagle, el F/A-18 Hornet y el EA-18G Growler.
El F-47 se destaca no solo por sus avanzadas capacidades tecnológicas, sino también por su enfoque en la sostenibilidad y la eficiencia operativa. Además, la colaboración con empresas como Pratt & Whitney, encargada del desarrollo de los motores, subraya el compromiso de la industria aeronáutica estadounidense con la innovación y la superioridad tecnológica.
Con este nuevo contrato, Boeing reafirma su compromiso con la seguridad, calidad e integridad, marcando un nuevo capítulo en la historia de la aviación militar y fortaleciendo la posición de Estados Unidos en el escenario mundial.
Este avance en la tecnología de combate aéreo subraya la respuesta de Estados Unidos a las crecientes amenazas globales y su compromiso con mantener una ventaja estratégica en el ámbito militar.