Comercial

American Airlines compró 20 aviones supersónicos que harán posible viajar de Miami a Londres en menos de cinco horas

La aerolínea American Airlines anunció un acuerdo para comprar 20 aviones supersónicos Overture de Boom Supersonic, que están siendo diseñados para volar al doble de la velocidad de los aviones comerciales más rápidos de la actualidad.

Según un comunicado de la mayor compañía aérea de los Estados Unidos, pagaron un depósito no reembolsable por los 20 aviones iniciales de Boom -que todavía está a años de construir su primer avión comercial-con opción a adquirir 40 adicionales en el futuro.

 

Los vuelos se prevén para 2029

Los términos del acuerdo indican que Boom Supersonic debe cumplir con los requisitos operativos, de rendimiento y de seguridad estándar de la industria, así como con otras condiciones habituales de American Airlines antes de la entrega de cualquier Overture.

En julio, Boom reveló el diseño de producción final de Overture, que está programado para lanzarse en 2025 y transportar a sus primeros pasajeros en 2029.

 

Reducción de la duración de los vuelos

Overture está siendo diseñado para transportar de 65 a 80 pasajeros a Mach 1,7 sobre el agua, lo que equivale al «doble de la velocidad de los aviones comerciales más rápidos de la actualidad, con un alcance de 4.250 millas náuticas», dice la nota.

Uno de estos aviones podría cruzar el océano Atlántico y volar de Miami a Londres en poco menos de cinco horas, o también desde Los Ángeles a Honolulu en solo tres horas.

 

 

 

 

El Concorde: la prueba fallida

La aviación supersónica comercial fue introducida a finales de la década de los 60, por medio del famoso Concorde de origen anglo-francés y su no tan famosa competencia, el soviético Túpolev 144 (retirado desde 1978).

La tecnología disponible en ese entonces solo daba para poder utilizar motores originalmente diseñados para aviones de guerra que no contaban ni con la eficiencia ni la fiabilidad requerida para la aviación comercial moderna.

Los motores que usaba el Concorde (Rolls-Royce Olympus 503) eran capaces de devorar poco más de 20 toneladas de combustible por hora a su velocidad de crucero.

Considerando que un avión de 100 pasajeros normal quema aproximadamente 2 toneladas por hora y sumando los altos costos de operación, principalmente debido al consumo excesivo de combustible y mantenimiento caro, fue que dejó de ser viable la operación de los vuelos supersónicos. La gota que derramó el vaso para las aerolíneas y que llevó al inevitable retiro del Concorde fue el único accidente que tuvo este equipo en Francia (CDG) en el año 2000, donde 113 personas perdieron la vida.

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