En un emotivo retorno a casa, el avión del teniente naval y héroe de Malvinas en 1982, se prepara para regresar a Argentina. Esta icónica aeronave, protagonista de una de las hazañas aéreas más memorables, será restaurada en Sunchales.
En una repatriación histórica y cargada de simbolismo, el avión pilotado por el teniente naval Guillermo Owen Crippa durante la Guerra de Malvinas en 1982 está próximo a regresar a suelo argentino. Este icónico avión, protagonista de una de las hazañas aéreas más memorables de la historia del país, será restaurado en la ciudad de Sunchales, cuna del cooperativismo.
Ahora, Owen se embarcó en una nueva misión: Repatriar su aeronave.
Por lo pronto, ya fue rescatado de un desarmadero donde había terminado, en Estados Unidos. En este momento se encuentra de camino a Atlanta. “Nuevamente vemos surgir el inicio de una gran aventura. Ahora, la Hazaña de Crippa recupera su objeto”, comentan sus amigos desde Sunchales.
“Nuestro máximo respeto a todos los impulsores de esta misión”, agregan.
El avión se encontraba en un desarmadero en Estados Unidos. Ahora, está en viaje a Argentina y será restaurado en Sunchales, Santa Fe. Podría quedar en un museo de dicha ciudad.
La historia y la hazaña
El Aermacchi MC339 (4-A-115) que perteneció a la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque, tuvo dos privilegios durante el conflicto de 1982 entre la República Argentina y Reino Unido en la disputa por la posesión de las Islas Malvinas. Es el único avión de este tipo en el mundo que entrara en combate aeronaval y que luego tuviera la chance de retornar sano y salvo al continente.
El 21 de mayo de 1982, al piloto naval TN Owen Crippa se le ordenó realizar un reconocimiento armado en San Carlos. Crippa no solo realizó la misión encomendada, sino que se infiltró entre los navíos de guerra enemigos, sino que disparó su armamento sobre la fragata Argonaut ocasionándole averías; luego de esquivar dos misiles logro escapar del área para realizar el ultimo cometido: informar a la superioridad de buques que participaban de la operación.
Esto ocasionó que los británicos se vieran a partir de ese día atacados por oleadas de jets de combate argentinos que ocasionaron a un ritmo de día por medio la pérdida de un buque de guerra: el 11 de mayo (fragata Ardent), 23 de mayo (fragata Antelope) y 25 de mayo (destructor Coventry). La participación del Aermacchi y su misión fue clave en la historia de las operaciones aéreas durante el conflicto.
“Malvinas fue una obligación de defender nuestro territorio…Malvinas fue la necesidad de conseguir nuestra soberanía. Nosotros no podemos decir que somos un país soberano si tenemos a alguien que está ocupando nuestro territorio”, dijo Owen en su última entrevista con el diario de Santa Fe.
Su gesta en Malvinas, el 21 de mayo de 1982 al mando de su Aermacchi MB-339, ya es leyenda: descubrió el desembarco de la flota inglesa en el estrecho de San Carlos, gambeteó a los buques «piratas» en soledad desde el aire como Diego en el Azteca y dañó la fragata HMS Argonaut. Esa maniobra fue reconocida por la Armada Argentina: «Cruz al Heroico Valor en Combate», la más alta distinción militar de este país.
El Aermacchi MB-339, bajo el mando de Crippa, se convirtió en leyenda al descubrir el desembarco de la flota inglesa en el estrecho de San Carlos. La audaz maniobra de Crippa al evadir a los buques enemigos en solitario, dañar la fragata HMS Argonaut y contribuir a un cambio en el curso de la guerra, fue reconocida por la Armada Argentina con la «Cruz al Heroico Valor en Combate», la más alta distinción militar del país.
Después de décadas en un desarmadero en Estados Unidos, este avión regresa a casa para ser restaurado en Sunchales, en un acto que honra la memoria de aquellos que valientemente defendieron la soberanía argentina en las Islas Malvinas. La repatriación y restauración de este símbolo de coraje y sacrificio se erige como un tributo a la historia y al legado de quienes participaron en aquella gesta heroica.