A partir de II año, los cadetes comienzan a tratar los temas referidos al vuelo a vela, lo que significa una primera aproximación a la actividad de vuelo y a las prácticas que conlleva.
En este caso, los cadetes realizan vuelos de doble comando con un instructor que los guía en el proceso de aprendizaje. En esa instancia pueden comprender y poner en práctica diversos aspectos teóricos y prácticos que aprenden en el aula. Luego de varios meses de capacitación, quienes hayan superado todas las instancias de evaluación y práctica, se consideran aptos para realizar su primer vuelo solo.
Los planeadores que se utilizan para realizar esta actividad son los Super Blanik L-23 y los Grob G-103 Twin Astir II.
Emoción, felicidad y adrenalina son algunas de las sensaciones que describen los cadetes al bajar del planeador. Por primera vez vuelan solos, por primera vez experimentan la sensación de estar al mando de un avión y sentir que cada vez están más cerca del objetivo de convertirse en un piloto oficial de la Fuerza Aérea Argentina.
Esta actividad se retoma luego de muchos años sin poder realizarse y forma parte del proceso de formación de los futuros oficiales de la Fuerza Aérea Argentina.