Tras el reconocimiento, AeroMundo rescató el testimonio de dos veteranos, quienes dieron cuenta de lo que significó ser soldado aeronáutico. “Te acordás cuando hicimos la colimba”, fue la frase que resonó en el reencuentro.
En el Día del Soldado Aeronáutico, homenajearon a ex soldados de la clase 1952 durante un desfile y acto protocolar que se desarrolló este martes en la sede de la II Brigada Aérea en Paraná.
La fecha fue instaurada en memoria del precursor de la Aeronáutica Argentina, Pablo Teodoro Fels quien, en 1913, siendo soldado conscripto, obtuvo el Brevet Internacional de Piloto Aviador N°11, otorgado por el Aeroclub Argentino.
Tras el reconocimiento, AeroMundo rescató el testimonio de dos veteranos, quienes dieron cuenta de lo que significó ser soldado aeronáutico. “Te acordás cuando hicimos la colimba”, fue la frase que resonó en el reencuentro.
“Cumplí el Servicio Militar Obligatorio en esta Brigada en el ´73, junto a esta muchachada, y a algunos los conocí por primera vez y a otros los tenía del barrio y la ciudad. Fue una satisfacción hermosa e increíble haber vivido ese año. No nos mató, al contrario, nos fortaleció y nos hizo reconocer principios y valores”, ponderó Oscar Silva, ex soldado clase 52.
“El 3 de enero del ´73 nos convocaron al Servicio Militar con la finalidad de tener la instrucción completa porque ese año era eleccionario y por el flagelo que vivía el país, que era la subversión en aquel momento”, rememoró. Y agregó: “En aquella época cumplíamos servicios sociales y solidarios y a nivel provincial se hicieron varias escuelas, además de los viajes de los viajes en avión para trasladar pertrecho a las localidades donde la subversión estaba a pleno”.
“Tenemos anécdotas e historias que quizás nos harán llorar”, confesó Silva al sentenciar: “En el anonimato, hay un montón de historias que no se reconocen y que han sido patria en algún momento”. El veterano contó que estuvo destinado al área de carpintería y, en aquel momento, fue parte de la inauguración del salón del casino de tropas y la iglesia.
Otro de los ex soldados, contó que él fue “uno de los más chiquitos” de la tropa. “Cuando juramos la bandera, salieron todos los escuadrones y los tres más chiquitos, salimos solos y últimos, delante de todos. Fue más que emocionante y grandioso”, rememoró entre lágrimas.
“La patria es grandiosa”, sentenciaron los homenajeados.