El pasado 5 de noviembre, se vivió un día memorable en el impecable y prolijo Aeroclub Luján de la Provincia de Buenos Aires. Este fue el escenario perfecto para que directivos de las distintas organizaciones que componen la Unión Aeronáutica Argentina, autoridades del Aeroclub anfitrión, colegas pilotos y amigos de nuestra apasionante actividad se reunieran a celebrar tan importante día. El motivo del encuentro fue el Día Nacional de la Aviación Civil Argentina, una fecha especial para la comunidad aeronáutica.
Durante esta celebración, se compartió recordatorios, anécdotas y, sobre todo, un sentido llamado de atención a las autoridades nacionales encargadas de regular la actividad aérea. Fue una ocasión para reflexionar sobre el camino que se ha recorrido y el que aún deben transitar las entidades para fortalecer la aviación civil en nuestro país.
El Aeroclub y las escuelas de vuelo ocupan un lugar central en la formación de nuevos pilotos y profesionales de la aviación civil argentina. Desde este punto de partida, se hizo un enérgico reclamo por acciones concretas que nos permitan alcanzar una mejora continua en la actividad. A menudo, estas acciones aparecen tímidamente y se vuelven atisbos que consumen un tiempo innecesario en su implementación.
Desde AeroMundo acompañamos la iniciativa de las entidades aerodeportivas que exigen que se agilicen los procesos para beneficio de todos.
Un aspecto crucial que mereció un párrafo especial fue la situación del CONAV (Consejo Asesor de Aviación Civil), que, aunque sigue existiendo, fue sometido a una particular crioterapia. Lamentablemente, 18 organizaciones dispuestas a colaborar desde el inicio de esta gestión fueron desestimadas o lo que es peor, quirúrgicamente seccionadas. Hoy, casi cuatro años después, desde los clubes argumentan que se han dado cuenta de que no solo es necesario revitalizar el CONAV, sino que también los actores involucrados merecen un reconocimiento adecuado por su experiencia y conocimiento.
Lo más valioso de este día fue el ambiente de camaradería y compañerismo que se vivió, donde la reunión fue el momento propicio donde compartieron experiencias, se discutió, se realizaron sugerencias, se marcaron errores y asumieron responsabilidades, pero sobre todo, se lo hizo en un lugar tan emblemático como un Aeroclub, que representa la esencia de la pasión aeronáutica y compromiso con la aviación.
