El inicio: LA OPERACIÓN BLACK BUCK
Hace 42 años atrás, el air chief Marshal Michael Bentham ponía en marcha la operación Black Buck, cuyo objetivo principal era el de destruir la pista de la Base Aérea Militar (BAM) Malvinas. Para llevar a cabo esto, desplegaron dos bombarderos de largo alcance Avro 698 Vulcan que contaron con la asistencia de once aviones Handley Page Victor K-2 de los Escuadrones RAF 55 y 57 ya que debían cubrir un total de 14.400km entre la ida y la vuelta.
El comando del Componente Aéreo Malvinas, advertido del avance de la Fuerza De Tareas Británica, ordena la alerta total de la BAM. Quedando así los artilleros en las baterías de 20 y 35 mm listos para repeler cualquier posible ataque o incursión.
El mayor Hugo Maiorano, quien estuvo en el Puesto de Comando de Artillería Antiaérea (PCAAa) impartió la directiva de tratar todo lo que se moviera como enemigo. Previamente y como medida de protección, de propia tropa, se habían vedado todos los movimientos aéreos y terrestres en el aeropuerto.
A las 04:40 HS, el Vulcan en su corrida final y con un rumbo de noreste-suroeste arrojó un total de 21 bombas. Las mismas fueron lanzadas con diferentes cadencias llegando a estallar de manera aleatoria y por un periodo que duró más de tres horas afines de atemorizar y dificultar las tareas de salvamento y recuperación.
De tal manera, causaron daños materiales cercanos y directos a diferentes zonas de la pista, tales como el centro y borde de la misma, la cabecera 26, aerostación, el patio de carpas, la antena de radar Elta 2106 y el PCAAa.
Es así que, como consecuencia del ataque, hieren al suboficial mayor Hugo Gómez, quien fue rescatado y auxiliado, de manera valerosa, por el cabo Oliva. Y al capitán Dante Dovichi quien sufrió serios traumatismos en la columna vertebral, causados por la onda explosiva, de una de las bombas, que lo arrojó por las escaleras de la torre de vuelo.
Así mismo, se dieron las primeras bajas de la Fuerza Aérea Argentina, nuestros primeros dos Héroes. Los soldados clase 63 Guillermo Ubaldo García perteneciente a la compañía de tropa de la I Brigada Aérea El Palomar y Héctor Ramón Bordón, de la IX Brigada Aérea Comodoro Rivadavia. Ambos se encontraban apostados como centinelas cerca de las carpas del Escuadrón, cuando fueron sorprendidos por el bombardeo.
Cabe mencionar el accionar de los integrantes del Escuadrón de Construcciones que, finalizado el ataque, repararon la pista y como medida de contra inteligencia simularon varios cráteres a fines de engañar a la inteligencia británica. De esta forma, mediante “manchas” realizadas con cemento fraguado y barro, lograron que la prensa británica difundiera noticias que hacían alusión a la neutralización de la pista, cuando ésta se encontraba operativa en un cien por ciento.
Finalmente siendo las 08:00 HS los ataques ya habían finalizado y la última de las veintiuna bombas arrojadas ya había explotado. La operación Black Buck no había logrado cumplir con su principal objetivo, neutralizar el aeródromo. De esta manera, la Fuerza Aérea Argentina sobrelleva el comienzo de su bautismo de fuego.
La contraofensiva: OPERACIONES AÉREAS
La Fuerza Aérea Sur (FAS) dispuso la salida de aeronaves M-III EA y M-5 Dagger en tareas de cobertura aérea. De tal manera que el primer combate aéreo se dio entre una sección compuesta por dos interceptores M-5 con el indicativo TORO, a cargo del capitán Moreno y el teniente Volponi y una sección compuesta por dos Sea Harrier a cargo del Lt. Cdr. Robin Kent y el Lt. Brian Haigh. Dicho combate finalizó sin daños materiales ni bajas.
Como parte de las operaciones, la FAS se abocó a realizar misiones de interdicción a blancos navales. Entre las 16:20 y 17:50 H de ese mismo día, llegaron sobre Malvinas 28 (Veintiocho) aviones agrupados en doce secciones/ escuadrillas.
Es relevante destacar que todas las aeronaves desplegadas posteriormente y en cumplimiento de sus respectivas misiones y tareas, operaron al límite de su radio de acción y bajo malas condiciones meteorológicas. No obstante, todos los aviones de combate salieron y regresaron sin novedades.
Así mismo, la Fuerza Aérea pudo impedir que el enemigo logrará el dominio del aire, así como también lograr un sorpresivo y certero ataque, por parte de la escuadrilla TORNO, contra un Destructor y dos Fragatas.
Se produjeron como bajas británicas, oficialmente reconocidas, el Destructor clase County HMS Glamorgan y las fragatas Tipo 21 HMS Arrow y HMS Alacrity que quedaron dañadas. Así mismo, se averió a un Sea Harrier por parte de nuestra artillería antiaérea. Finalizado el día, catorce de nuestros hombres se convertirían en héroes nacionales.
Dieron su vida por la patria:
- Capitán Gustavo Argentino García Cuerva piloto de M-III EA (I-015) del Escuadrón de la BAM Río Gallegos.
- Primer Teniente Mario Hipólito González navegador de BMK -62 Canberra (B-110) basado en BAM Trelew
- Primer Teniente José Leónidas Ardiles piloto de M-5 Dagger (C-433) del I Escuadrón basado en Río Grande.
- Teniente Daniel Antonio Jukic piloto de IA-58 Pucará (A-527) del Escuadrón Pucará en BAM Cóndor.
- Teniente Eduardo Raúl de Ibáñez piloto de BMK-62 Canberra (B-110) del Escuadrón Canberra basado en BAN Trelew
- Cabo primero José Peralta, armero del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
- Cabo primero Andrés Brashich, armero del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
- Cabo primero José Maldonado, mecánico del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
- Cabo primero Agustín Montaño, mecánico del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
- Cabo primero Miguel Carrizo, electrónico del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
- Cabo Juan Rodríguez, instrumentalista del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
- Soldado clase 63 Guillermo García (BAM Malvinas)
- Soldado clase 63 Héctor Bordón (BAM Malvinas)
A 42 años brindamos homenaje, no solo a aquellos, sino que a los 55 caídos en combate. A nuestros Héroes, honor y gloria.
Fuente: La Fuerza Aérea en Malvinas: Tomo I / dirigido por Mario Miguel Callejo. – 1a ed. –
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Fuerza Aérea Argentina, 2022.